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domingo, 4 de septiembre de 2011

Me parece azul




Puedo sentirlo, está justo ahí, envuelto en azul. 

Me pregunto si será del mismo color que la tela que lo protege, si es así haría entonces un buen juego. Es muy probable que sí porque aunque no he apartado la tela puedo distinguir su  brillo, sentir su tranquilidad, acariciar su ternura, respirar su afecto, abrazar su latido ... y todo eso me suena a azul.

Azul que enciende universos, que desliza rocíos, que serpentea sobre la piel, escarcha los labios, que abraza los sentidos, que anhela amor. Azul que quiero acariciar, sin mayor pretensión que compartir la calidez de mi espíritu.

Pero... es a mí a quien le parece azul, no sé a él de qué color le parezca su corazón, ni si pueda ser que me deje acariciarlo.

AHEO


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